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Sentencia del TSJ que confirma el reconocimiento de una Incapacidad Permanente Absoluta a trabajadora autònoma por las secuelas que le provocan una Discopatìa Degenerativa, entre otras patologìas, y Fibromialgia junto con SFC/EM.
La trabajadora, comercial dentro del règimen de trabajadores autònomos de profesiòn, presenta el siguiente cuadro clìnico.
A nivel traumatològico:
A nivel reumatològico, los facultativos señalan que la trabajadora presenta:
Ademàs, en 2016 se le reconoce un 66% de Grado de Discapacidad con 7 puntos de baremo de movilidad positivo.
Tras un perìodo de baja por Incapacidad Temporal, el INSS inicia un expediente de Incapacidad Permanente. Con la obtenciòn del preceptivo
informe mèdico de sìntesis y el correspondiente dictamen del EVI, Equipo de Valoraciòn de Incapacidades, se acuerda no otorgar a la trabajadora la prestaciòn por Invalidez al no
presentar reducciones anatòmicas o funcionales que disminuyan o anulen su capacidad laboral.
Al no estar de acuerdo, la paciente inicia la vìa administrativa formulando un Escrito de Reclamaciòn Previa, que tambièn es desestimado.
Ya en vìa judicial, se presenta la correspondiente demanda, y el Juzgado de lo Social falla a favor de la trabajadora declaràndola afecta de una Incapacidad Permanente Absoluta.
Frente a esta decisiòn, el òrgano gestor decide recurrir en suplicaciòn.
El Tribunal Superior de Justicia considera probado que la trabajadora se encuentra en un estado de limitaciòn funcional que afecta a la columna, extremidades superiores e inferiores, hombros y ambas manos. Ademàs, cursa con dolor generalizado y continuo, como se menciona en los informes mèdicos aportados, junto al dolor muscular, permanente tambièn y de naturaleza u origen inespecìfico (Fibromialgia).
La sentencia concluye que, de manera indiscutible, la trabajadora padece un importante deterioro tanto orgánico como psìquico que le impide realizar cualquier actividad laboral, aunque fuera liviana.
Asì, el TSJ desestima el Recurso de Suplicaciòn interpuesto por el INSS y confirma la sentencia por
la que se reconoce a a la trabajadora un prestaciòn de Incapacidad Permanente Absoluta, cobrando un 100% de la base reguladora.