Sentencia favorable que reconoce una prestaciòn de Incapacidad Permanente Absoluta

a conductor, por las secuelas producidas 

por un accidente no laboral.

El trabajador prestaba servicios como conductor. Tras sufrir un accidente no laboral, las secuelas a las que se enfrenta son, Politraumatismo con diagnòstico de Fractura de Cùbito, de Radio derecha y Cotilo derecho. El propio informe del INSS señala que està limitado para tareas de que requieran de una moderada deambulaciòn, bipedestaciòn y sedestaciòn, asì como aquellas que requieran movilidad en la articulaciòn de la muñeca del miembro superior derecho.

Con este cuadro clìnico y tras un año y medio de baja, el INSS dicta resoluciòn y le reconoce una Incapacidad Permanente Total para su profesiòn habitual.

El trabajador muestra su disconformidad y presenta un Escrito de Reclamaciòn Previa, que de nuevo, es desestimado. 

En la vìa judicial, se le reconocen, al fin, las prestaciones por Incapacidad Permanente Absoluta. La sentencia motiva tal decisiòn indicando que las lesiones que padece el trabajador, deducidas del conjunto de la prueba documental aportada, del informe de evaluaciòn de Incapacidad Laboral y del informe del perito mèdico ponen de manifiesto la existencia de unas limitaciones que le impiden realizar tareas o actividades que impliquen sedestaciòn, bipedestaciòn o deambulaciòn mantenidas, asì como permanecer mucho rato en la misma posiciòn.

El Magistrado entiende que su patologìa le produce una progresiva limitaciòn de su actividad funcional, incluso para profesiones sedentarias debido a la limitaciòn para permanecer en deambulaciòn, sedestaciòn y bipedestaciòn moderada, y una disminuciòn evidente de su autonomìa, resultando asì evidente la gravedad de la dolencia como determinante de la incapacidad absoluta postulada.

Por lo que, el trabajador obtiene el merecido reconocimiento con derecho a cobrar una pensiòn del 100% de su base reguladora.